La alarma sono a las 5.30 de la mañana, medio abri el ojo, me lave la cara, me puse cualquier cosa, cogi la camara y sali a la calle ... habia escuchado hablar de lo interesante que era ver a los monjes empezar su rutina diaria consiguiendo la comida para el dia, justo antes del amanecer ... aunque nadie me habia preparado para el espectaculo que estaba a punto de presenciar.
Para mi sorpresa las puertas del hotel estaban abiertas de par en par y justo cuando sali me sobresalte al ver una enorme fila naranja desfilando ante mis ojos ... me quede boquiabierta. Todos marchaban en completo silencio. La gente salia de las casas y se arrodillaban a un lado de la calle esperando a que los monjes pasen para asi poderles dar poquitos de arroz pegajoso (sticky rice), bananas o galletas a cada uno de ellos. Nadie hace ningun gesto, todos estan concentrados en el papel que les corresponde.
En Luang Prabang solamente hay cientos de monjes, todo gira en torno a los templos y a la religion, la ceremonia que presencie es una especie de cadena sin fin. Cada familia tiene, ha tenido o tendra a una persona en un monasterio, entonses al alimentar a los monjes y continuar con la tradicion se aseguran de que las personas mas cercanas a ellos tambien obtengan alimento de la misma manera. El hecho de que un miembro de la familia sea monje les da cierto estatus y privilegio ante la sociedad ... para ellos si hay un monje en la familia, entonses tendran una tunica de la que puedan aferrarse al fallecer y asi poder ser guiados a el lugar donde poder descansar antes de re-encarnar y regresar a la vida mundana.
Los minutos pasaban y los monjes tambien, la mayoria de ellos entre los 10 y 20 años de edad ... los jovenes vienen a Luang Prabang desde varias partes del pais, todos para tener la oportunidad de poder estudiar, porque es la unica forma de obtener una educacion sin tener que pagar por ella ... muchos de los jovenes que vi, seran los profesores del mañana ... y la cadena sigue ... todos obtienen un beneficio del monasterio en cierto momento de su vida pero algun dia volveran a devolver el favor recibido.
Es triste saber que aun en algunas partes del pais la educacion no tiene ningun valor y piensan que mucho trabajo es malo para el cerebro, hasta sienten pena por aquellas personas que piensan demasiado. Afortunadamente el pais esta cambiando y estudiar, hablar Ingles, y conseguir un trabajo para salir adelante es una de las mayores metas de los jovenes en este momento, sino hacen eso se quedaran en el campo siguiendo la tradicion familiar y nunca llegaran a ningun lado.
Pero la vida en el monasterio no es nada facil y el superarse espiritualmente tiene su precio. La mayor consigna que tienen es aprender a vivir de una forma simple y "los placeres" de la vida (como despertarse tarde, comer a cualquier hora, dormir sobre un colchon) estan prohibidos. Cada dia se levantan a las 4 de la mañana y van al templo a rezar los mantras del dia y a meditar, al amanecer se dirigen a las calles. Los monjes nunca mendigan, simplemente aceptan en silencio las ofrendas que la gente quiera darles. Luego regresan a el templo a compartir lo que han recibido. Para ellos comer no es un placer, solo una necesidad y solo pueden comer hasta el mediodia, despues tienen que guardar ayuno hasta el dia siguiente. Durante el dia se dedican a limpiar el templo, ir a clases, estudiar o meditar ... al atardecer regresan al templo a continuar con sus cantos y rezos que les ayudaran a moldear su caracter para asi lograr llegar a ser un ejemplo para su familia y la sociedad que los rodea.
Poco a poco la fila naranja de fantasmas matutinos se fue desvaneciendo, los canastos con arroz se vaciaron ... yo trate de seguirlos en silencio a una distancia prudente hasta las puertas de los templos ... cuando la ultima tunica naranja entro por la puerta custodiada por Nagas, me quede sola en la calle, recolectando las imagines que acababa de presenciar y sintiendo una enorme paz interior ... poco a poco camine de vuelta al hotel, las calles ya vacias como si nada hubiera pasado, las almas caritativas y los monjes volvieron a sus casas y templos respectivamente a empezar con su rutina diaria ... yo decidi regresar a dormir.
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