Siempre desde que era una adolescente y en las noticias me mostraron por primera vez donde quedaban las Islas Malvinas me imaginaba como serian, que habría allí tan importante como para que dos naciones entraran en guerra para ganar su territorio. No voy a hablar sobre la guerra en este blog, no soy una experta y no me corresponde dar mi opinion, ya que ahora mi casa es Inglaterra y también pasé unos años maravillosos en Argentina, donde tengo buenos amigos y muy buenos recuerdos. Asi que prefiero ser neutral. Malvinas o Falklands, como llamarlas en este blog? es una pregunta a la que aun no he encontrado solución: tiene sentido llamarlas Malvinas porque este blog es en Español pero también hay que llamarlas Falklands porque es su nombre actual ... veremos que pasa!
Estas islas son el principio de mi aventura, vole desde Punta Arenas en Chile a Falklands y fue como llegar a un pedacito de Inglaterra. Cuando uno aterriza le piden a uno no usar gafas oscuras o sombreros, el aeropuerto es una base militar y seguro que habra millones de cámaras tomando mi foto en estos momentos, no hay forma de escapar de la globalización y las cámaras de seguridad incluso en este lugar tan aislado ... hasta acá ha llegado la paranoia global! Solo espero estar completamente desconectada del mundo por los próximos 18 días cuando me dirija hacia las islas del Sur de Georgia y después a Antártica y así poder llegar al lugar mas remoto de la tierra donde la naturaleza y unas 130 personas mas (que están en el barco), me acompañaran en esta aventura.
Llegamos a el Puerto de Stanley, la capital ... mejor dicho la única ciudad en las islas donde habitan tan solo 2,000 habitantes. El asentamiento tiene un poco de todo, una iglesia, una escuela primaria, una secundaria, un hospital, una estación de policía (con una cárcel con 3 celdas) y como 6 pubs; donde no puede faltar la cerveza ... como se nota que es una colonia Inglesa. Camine un poco por los alrededores, era el medio día y no había ni un alma, el puerto estaba desolado; me pregunto que pasara aquí en el diario vivir, no mucho por lo que pude ver ... un poco aburrido, tal vez!
Una vez en el barco comienza mi aventura, no se que hacer, no se donde ir, me siento completamente fuera de lugar. Después de acomodarme en mi cabina, me dirijo a la cubierta a ver el barco partir ... que nos espera? como serán las próximas 3 semanas? ... Tomo aire fresco, el viento golpea mi cara, respiro profundo y entonces me dirijo al bar a conocer a todas las personas que serán mis compañeros de esta aventura; dejo la timidez a un lado, me tomo un vaso de champaña y empieza mi primera tarea: hacer nuevos amigos!
Aquel día hicimos un simulacro, nos pusimos nuestros chalecos salvavidas, sonó la alarma y todos salimos a cubierta donde estaban los botes de emergencia ... siempre es bueno prevenir, una nunca sabe. Aquella noche, dormí como un angelito, el mar estaba calmado y el barco me mecía de un lado a otro como en una cunita. Solo espero que el clima siga tan calmado, uno de mis grandes miedos en este viaje son esas oleadas que uno ve en películas donde uno esta a la deriva, a la merced de los elementos ... este viaje me ha creado un montón de ansiedades, sobre todo, el miedo a lo desconocido ... veremos!
A la mañana siguiente nos despertaron temprano, desayunamos y después nos fuimos a nuestras cabinas a alistarnos para desembarcar por primera vez, que emoción! Me puse mi ropa termal, pantalones impermeables, el rompevientos, sombrero, guantes ... cámara ... lista! Bajamos a la zona húmeda donde nos pusimos las botas y el chaleco salvavidas y después a hacer fila para bajar por la escalera a los zodiac. Mi compañera de cuarto, Jo (Inglesa) se fue primero, yo la seguí en el bote siguiente.
Desembarcamos y me recibieron mis primeros pingüinos, estaban regados por toda la playa y me acerque lentamente; debo confesar que mis primeras fotos fueron un desastre, estaba tan emocionada que quería capturarlo todo y se me olvidaron todas las técnicas de fotografía, lo único que quería era poder registrar cada segundo sin perderme de nada, como si no fuera a ver ningún otro pingüino en el resto del viaje!
Decidieron dividir la gente en grupos, yo me fui con los fanáticos de los pájaros, seguro que ivan a buscar animales raros, pero poco a poco me di cuenta que se quedan horas mirando un pajarito chiquito que yo no encontraba tan interesante, así que poco a poco me fui alejando de ellos y me fui acercando mas a los caminantes, que al final no estaban tan interesados en fotografía, así que también los deje. Los fotógrafos profesionales los deje a un lado, con su equipo tan sofisticado me hacían sentir como toda una principiante. La verdad que estaba un poco perdida en aquella primera mañana, .... al final decidí estar sola, cerca de todos pero no revuelta y así podia dedicarme a ver, admirar y disfrutar de cada segundo. Siempre he sido muy cusumbo sola, es parte de mi personalidad; fue en aquel momento que empece a disfrutar la mañana de verdad!
Una de las reglas que tenemos es que no nos podemos acercar a mas de 5 mts de los pingüinos, nos han dicho que ellos son los dueños del camino y no debemos perturbar su habitat. Eso si, si ellos se quieren acercar están en todo su derecho y debemos dejarlos hacer lo que quieran ... así que cuando estamos cerca de ellos lo que hacemos es quedarnos completamente quietos y esperar a que los curiosos animalitos decidan acercarse a explorar el extraño individuo que lo único que hace es sonreír ... si ... adivinaron ... soy yo!
Hay varias clases de pingüinos, los que vimos en La Isla de los Leones Marinos eran el Pingüino Gentoo (Gentú o también llamado Juanito) que tiene un parche blanco en la cabeza y hace nidos juntando piedritas y el Pingüino de Magallanes con una linea negra bien marcada al rededor de la panza y la cabeza (los primeros que los descubrieron fueron los integrantes de la expedición de Fernando de Magallanes, de ahi el nombre); ellos suelen cavar sus nidos en tierra blanda o escondidos entre arbustos y es difícil ver sus huevos o sus crías cuando pequeñas.
Pero los reyes de la isla son los que le dan su nombre, los Leones Marinos ... caminando por la playa se les ve durmiendo plácidamente sin ninguna prisa o ningunas ganas de hacer nada, lo único que hacen es dormir. Todos son gordos y su grasa se desploma por los costados, su nariz es larga y sus ojos parecen los de un perrito triste, cuando te miran con sus ojos somnolientos, te dan ganas de abrazarlos pero cuidado! ... cuando están despiertos, ahuyentando otro macho o buscando una hembra son rápidos y agresivos; no se les puede sobreestimar y hay que tenerles respeto. Nunca te pongas en medio de un Leon Marino y el mar, su instinto le dice que si esta en peligro, correrá al mar y no les importa arrasar con todo lo que se les atraviese en el camino. En la isla los vimos aislados uno del otro, se veían muy tranquilos y calmados ... mas adelante, en nuestra travesía, nos dieron muestra de sus talentos y me pegaron mas de un susto!
Pero en su isla lo único que me produjeron fueron sonrisas ... como no sonreír cuando los ves hacer muecas y cuando abren su boca enorme y se ven tan graciosos. La Isla de Los Leones Marinos fue un abrebocas para lo que ha de venir, vimos de todo un poco y en pequeñas cantidades. Una vez de regreso al barco partimos rumbo a mar abierto, a cruzar el Mar de Scotia ... empezamos a navegar hacia nuestro proximo destino: Las Islas del Sur de Georgia, el paraíso de los fotógrafos!!!!
Nota: si hacen click en el siguiente enlace podrán ver mas fotos de las Islas Malvinas/Falkland Islands.
Fotos de mi corta visita a las Islas Malvinas (Falklands)
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