El bote nos dejo al otro lado del Rio Nam Ou y de repente nos encontramos parados enla orilla debajo de la sombrilla escampandonos de la lluvia, con nuestras mochilas al hombro y nuestros cuerpos cansados mirabamos desconsolados hacia lo que nos esperaba ... Muang Khua ... varias casas de madera amontonadas unas sobre otras rodeadas por callecitas empinadas con riachuelos de lodo que desembocaban a nuestros pies. El pueblo (si se le puede llamar "pueblo") es un lugar de transito, donde la gente va y viene ... o mejor dicho donde la gente tiene que pasar una noche obligatoriamente porque no hay ningun bus que conecte el mismo dia hacia cualquier otro destino.
Alli nos encontramos aquella tarde, en el medio de la nada ... mi primera noche en Laos la pase en una casa de familia donde el dueño alquilaba 6 habitaciones en el segundo piso ... debo reconocer que no era el lugar mas lindo del mundo pero al menos teniamos dos camas con un micro-colchon, malla anti-mosquito, una mesita junto a la ventana y nuestro baño privado. El pueblo lo recorrimos en 5 minutos, solo tenia una calle con pocas tiendas a los lados, un mercadito que daba lastima, algunos restaurantes con vista al rio y a las montañas, una estacion de bus que parecia mas un lodazal y un banco donde pudimos cambiar nuestros Dongs (moneda de Vietnam) por Kips (moneda de Laos).
Aquella noche casi no me duermo de pensar en cuanto bicho pudiera aparecer de cualquier lado, sobre todo porque teniamos que dormir con la ventana abierta ya que no podiamos soportar el calor y la humedad, me asegure de que la malla que cubria mi cama no tuviera ningun hueco y trate de dormir ... despues de un rato de andar volteando de un lado para otro, decidi reunir todo mi valor, salir de la cama y enfrentarme a la oscuridad para ir al baño ... prendi mi linterna y lo primero que vi fueron dos ojos enormes que me miraban amenazantes desde la mesa de noche, pegue un brinco que me tiro al otro lado de la habitacion y puedo asegurar que casi me da un infarto ... cuando recupere la cordura me di cuenta que solo era una gata que habia decidido pasar la noche con nosotros ... maldita gata! que susto el que me pego, la saque a rastras ... cuando volvi a la cama, senti el primer trueno de la noche, despues siguieron los rayos y despues la lluvia ... y pense en la gata!
Despues de una noche de ansiedad y calor, llego por fin la luz del dia ... tiempo de escapar y tratar de llegar a Luang Prabang (ojala en el mismo dia), primero teniamos que tomar un bus que nos llevara hasta Udomxai (otro pueblo de transito). Despues de empacar todas las gallinas y marranos que se encontraron, esperar horas montados en el bus hasta que no quedara ni un solo lugarcito libre (incluso llenando las sillas plasticas que habian en la mitad del pasillo), logramos salir, no sin antes parar a poner gasolina y hacer varias paradas de rigor a recoger paquetes, canastos con frutas y cuanta cosa se le ocurriera a la gente mandarle a alguien que viviera por el camino. Al menos ivamos rumbo a nuestro siguiente destino ... por primera vez empeze a visualizar mi futuro durante nuestra estadia en Laos; mas vale entender y aceptar con resignacion los obstaculos que se atraviesen en el camino ... porque aca en Laos el tiempo no existe y cualquier cosa puede pasar.
Todo iva bien hasta que vimos el letrero que decia que faltaban solo 10 kilometros hasta Udomxai ... 10 kilometros no es nada ... llegaremos a tiempo para nuestra coneccion a Luang Prabang ... cuando de pronto ... paramos ... silencio ... el bus dejo de funcionar, el chofer se bajo, miro, subio, dijo algo en Laones, saco sus herramientas y se metio debajo del bus ... la gente se empezo a bajar, la familia de la casita donde paramos nos saco troncos de madera para que nos sentaramos, la gente saco las frutas, arroz pegajoso, agua para tomar ... todos se empezaron a acomodar al lado del bus a mirar como el chofer bajaba la caja del aceite, la vaciaba, la lavaba, la llenaba de nuevo ... la parada se volvio todo un acontecimiento, empezamos a tomar fotos, a hablar por señas con los demas pasajeros, recorrimos la casita para ver como vivia la familia ... despues de varias horas el chofer salio por debajo del bus cubierto en aceite con cara de satisfaccion, segun el todo estaba arreglado, nos subimos de nuevo al bus y al encender el motor, tosio y se apago de nuevo. Intentamos empujarlo y nada, todos colaborando, todos en calma, trabajando juntos como un equipo .. empujabamos para adelante, para atras ... y el motor nada de nada ...
De pronto paso una volqueta que paro se ofrecio a llevarnos hasta nuestro destino, todas las personas cogieron sus corotos, nosotros nuestras mochilas y nos subimos en la parte de atras ... partimos dejando atras a el pobre chofer que seguia tratando de prender su carro y a la señora que llevaba las gallinas (porque ellas no cabian) ... para ese entonses todos eramos intimos amigos y sonreiamos de saber que muy pronto llegariamos, cuando de repente el cielo se oscurecion y empezo a llorar a cantaros ... porque? ... porque no llovio cuando estabamos en el bus? o cuando estabamos varados? porque cuando estamos a la interperie en la volqueta de un camion y a solo 10 kilometros de nuestro destino empieza a llover? porque? ... llegamos empapados ... y justo cuando llegamos, dejo de llover!
Para aquel entonses eran las 3 de la tarde y por primera vez en tres dias sentimos que la suerte nos estaba cambiando, porque el ultimo busesito que salia hacia Luang Prabang partia en media hora. Por primera vez era una buseta pequeña, nueva, comoda, sin sobrecupo, sin malos olores, cada uno con su propia ventana ... era como estar en el paraiso ... 5 horas de camino pero por fin comodos y rumbo a nuestro destino final. Poco a poco, a medida que ivamos avanzando nos fuimos preocupando porque nuestro chofer resulto ser todo lo contrario al prototipo Laoense y le gustaba la velocidad, no la redujo en ningun momento del trayecto, ni cuando se pasaba en curva, ni cuando cruzaba poblados, o trataba de esquivar las vacas que habian en la carretera ... mas de una vez nos dejo con el corazon en la mano y un grito ahogado y por mas que tratamos de decirle que no teniamos prisa no nos hacia caso ... solo mermaba la velocidad cuando encontraba un producto para su cena de esa noche, se compro cuanto animal raro vendia la gente por el camino: ardillas, pajaritos ...
Aquel dia creo que el angelito que me cuida desde el cielo viajaba conmigo porque despues de dejar las entrañas en varias curvas, el corazon parado en mitad de la carretera y llegar con los ojos rojos de cansancio, dolor de cabeza y el culo adolorido ... logramos llegar ... no sabemos como pero lo logramos, nos demoramos 3 dias pero por fin logramos recorrer 600 kilometros y por fin llegamos a nuestro destino. Al otro dia empezariamos a explorar Luang Prabang, aquella noche solo pensaba en dormir, dormir y dormir ... mañana sera otro dia!
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