La venida a Nara fue culpa del destino, llegamos aca simplemente porque no pude encontrar hotel en Kioto durante el fin de semana y me toco buscar otra alternativa. Nara resulto ser una linda sorpresa porque nos hizo unos dias espectaculares (con calorcito por primera vez), el Ryokan resulto ser el mejor y la ciudad en si, es muy agradable (sobre todo cuando los turistas regresan a Kioto – Nara esta a solo 45 minutos de Kioto en tren).
Como siempre, la primera impresion no fue la mejor, casualmente nos paso lo mismo cada que llegabamos a una ciudad nueva … cada ciudad que vimos al principio era decepcionante, pero poco a poco mientras uno las va descubriendo se va dando uno cuenta de lo bonito que es. Japon no es un pais de primeras impresiones, tiene uno que mirar su interior y descubrir su grandeza.
El Ryokan donde nos quedamos era Ryokan Matsumae, el primer dia nos dieron una habitacion “Occidental” mejor dicho: con camas. Les confieso que aquella noche no dormi, eran super incomodas (estoy pensando seriamente en poner Tatami en mi casita cuando la construya, es super comodo) … la segunda noche nos pasaron para una habitacion “Japonesa”, aquella noche tuve dulces sueños (ademas seria porque estaba tan cansada de todo lo que caminamos que cualquiera hubiera podido dormir donde sea).
Se dice que Nara fue la primera capital real de Japon, porque antes de Nara la capital cambiaba dependiendo de donde viniera el Emperador en turno. Cuando el Budismo llego a Japon (año 646) fue cuando Nara se convirtio en capital y permanecio siendo el lugar mas importante hasta que un sacerdote sedujo a la emperatriz de aquel entonses y se gano el trono … entonses le dio por moverla de nuevo, esta vez a Kioto – solamente 75 años despues de haber sido declarada capital! … complicado, no? … lo importante de esta historia es que en solo 75 años se construyeron unos templos impresionantes con una gran influencia China, y que se han conservado casi intactos hasta ahora.
Asi que ya se podran imaginar lo que fue nuestro segundo dia en Nara: templos, templos, templos y mas templos. Gracias a Dave logramos recorrer todo en un solo dia, porque si fuera por mi y mis fotos no habria visto ni la mitad. El me llevaba de un lado para otro, me iva leyendo de que se trataba cada templo, me daba agua y me daba solo un momentico en cada templo para tomar fotos … para que pagar por un tour, cuando se tiene el mejor guia al alcance de la mano.
Los visitamos todos: Kofuku-Ji, Isui-en, Neiraku, Todai-Ji, Nigatsu-do, Sangatsu-do, Kasuga Taisha, Shin-Yakushi-Ji, Gango-Ji, Kasugayama … confundidos con los nombres? no se preocupen … yo tambien! Ya ni se que es que, y ahora organizar las fotos va a ser todo un problema. Lo que tienen que saber, es que uno de los templos tiene enormes guardianes a la entrada: dos gigantescas estatuas de madera que se dice que son las mas grandes del mundo, otro tiene un buda enorme de bronce y un tronco grandote con un hueco en la mitad donde se supone que la persona que pase por el hueco esta bendecida, por supuesto solo caben niños y alguno que otro adulto que se cree muy flaco … hay pagodas de tres y cinco pisos, templos rodeados de millones de candelabros de piedra, hermosos jardines, bosquecitos, lagos con enormes peces de colores y tambien hay montones de ciervos por todos lados … y todo esto nos toco en la mejor epoca del año: estando rodeados de cerezos en flor en millones de diferentes tonos de rosado … hermosisimo.
Lo extraño de Nara es que es una ciudad diurna, cuando cae la noche y todos los turistas desaparecen, la ciudad cambia completamente. Las calles se vuelven vacias y todos sus habitantes se retiran a sus casas, son muy pocos los restaurantes abiertos e incluso el Ryokan cierra sus puertas a las 10.30. Es como si la ciudad se va a dormir cuando oscurece y despierta con los primeros rayos de sol y el arribo del primer turista.
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