La depresion que tenia en el avion se me quito tan pronto llegue al aeropuerto y cogimos el tren a Ikebukuro, donde nos estabamos quedando. Todo el cansancio desaparecio y a medida que nos ivamos adentrando a la ciudad me iva animando. por fin despues de todo lo que soñe con estar por aca, lo habia logrado.
Al salir del aeropuerto y en el camino en tren a la ciudad hay millones de casitas diminutas, son como casas de juguetes, seguro es para ahorrar espacio y que quepan mas, los Japoneses viven en espacios muy pequeños. A diferencia de otras mega ciudades, en Tokio no hay grandisimos rascacielos, sino millones de casas o edificios no muy altos que se extienden por millas y millas sin terminar. El dia que llegamos subimos al piso 60 de Sunshine City (La ciudad del Amanecer) y desde alli se ve toda la ciudad .. no termina nunca, es la ciudad mas enorme que he visto.
La llegada a nuestro hotelito “Kimi Ryokan” fue una linda sorpresa. Los Ryokan en Japon son como las tipicas casas de familia que ofrece alojamiento, a la entrada uno se debe quitar los zapatos y siempre que se este en el hotel todo el mundo debe estar en medias o en pantuflas (si el hotel se las da), tambien le dan a uno un kimono que llaman “Yukata” y en invierno te dan como un tipo de chaquetica cortica para ponerte encima que se llama “Tanzen” … la idea es que cuando llegues al hotel te cambies de ropa, te pongas el kimono, y despues si quieres puedes ir a tomar un baño Japones llamado “Onsen” o cenar o ir a la sala comun a tomar te o descansar. El cuarto es muy sencillo pero super comodo, no hay camas sino que el piso es cubierto con una especie de tapete suave llamado “Tatami” y como cama tienes un futon y un cubrecamas acolchonadito, es super calentico y muy bueno para dormir. Pero lo que mas me gusto es el baño: el sanitario es super moderno con millones de botoncitos (aun no logro descubrir para que son todos). Primero aprietas el boton para calentar la silla, cuando hayas terminado de hacer lo que tenias que hacer puedes apretar el boton para que salga un chorrito y te lave, y despues aprietas el del vapor para que te seque … es muy gracioso!
En nuestro primer dia como estabamos tan cansados por el viaje, decidimos tomarnoslo con calma y simplemente explorar el area cerca a donde nos estabamos quedando. Me impresiono el hecho de que no hay ruido en la calle, nadie pita, nadie grita, nadie habla duro, los carros andan despacio ... es increible pensar que es una de las ciudades mas grandes del mundo y no se siente. En algunos lugares en la calle ponen incluso musica, no se, sera como tranquilizarlo a uno y que uno no se estrese. Todo es super limpio, no hay ni una basurita en el suelo y a donde valla uno todo esta impecable …
Cuando fuimos a Sunshine City que es un edificio donde hay millones de almacenes para entretenerse, desde acuarios, museos, maquinitas de juegos, cines, restaurantes … estaba lleno de gente joven divirtiendose, creo que es una competencia del que tenga el pelo mas raro, la pinta mas loca, la combinacion de colores mas extravagantes … para mi que les encantan que los miren y llamar la atencion, aunque para ellos debe ser super normal y mientras mas raro mejor. Despues nos toco ver todo lo contrario … la hora cuando los mas grandes salen del trabajo, todos andan como vestidos igual, los hombres con su traje negro o gris, corbata, maletin en mano … las mujeres con sus zapatos de tacon alto (todas aqui usan tacones) y su gaban beige.
Despues de un rapido vistazo y un amplio analisis de la sociedad Japonesa, llegue a la conclusion que la razon por la que este pais es tan organizado se debe simplemente a el traje gris y el gaban beige ... dejenme explicarles porque llegue a esa teoria, imaginen lo siguiente: desde que son chiquitos les ensenan todo lo que deben y no deben hacer: no tire basura, no hable duro, no haga esto, no haga aquello, no, no, no, no … etc … claro que se puede esperar cuando llegan a la adolescencia: rebelarse contra todo, asi que mientras mas loco, mejor. Pero llega el dia en que por uno o otro motivo se tienen que poner el traje y ese dia todo cambia, se convierten en robots y se vuelven uno mas de la sociedad, uno mas del sistema y ahi se quedan hasta el final, sin poder escapar.
Aquel primer dia tuvimos dos experiencias culinarias muy interesantes … en la tarde fuimos a comer noodles (tallarines). Descubrimos que la forma en que los venden es a travez de unas maquinitas que hay afuera del restaurante, mejor dicho las personas que trabajan adentro no tienen nada que ver con plata. Uno llega y va directo a la maquinita, escoge lo que quiere, pone la plata, y se imprime un tiquete para pasarselo a la mesera. Todo parece muy bien, pero lo malo es que todos los nombres de los platos son en Japones, y para uno es como jugarse la loteria, porque lo que le va a tocar es una sorpresa. Asi que tiene que ser uno muy aventurero y comer de todo, porque lo que le ponen a uno en frente puede ser cualquier cosa. Afortunadamente lo que me toco sabia bien, aunque no me pregunten que tenia.
En la noche fuimos a cenar a un restaurante donde vendian “Yakatori”, teniamos que celebrar el cumpleaños de Dave y el escogio el lugar, fue espectacular! El ambiente del lugar era increible, cocinan todo en frente de uno y uno se sienta alrededor, cada que alguien entra a el restaurante todos los meseros y cocineros lo saludan, cada que alguien pide los meseros gritan la orden y los cocineros responden, cada que uno se va todos le agradecen a uno el haber ido … ya se pueden imaginar la pelotera y el griterio, porque entraba y salia gente todo el tiempo. Era muy gracioso! … la comida fue deliciosa, imaginense como chuzos asados (pinchos) de todo lo que se les ocurra: corazones, mondongo, barriga, pezuña, calamares, pollo, vegetales …
El segundo dia fue una locura, teniamos que ver lo que mas pudieramos porque era nuestro ultimo dia en Tokio. Como estabamos descuadrados con el horario fue facil levantarnos a las 4 de la mañana para ir a visitar el Mercado de venta de Pescado, el mas grande del mundo. No se podia creer la enormidad y la variedad de pescado que hay, fue realmente impresionante, sobre todo el tamaño del Atun, son grandisimos y hay montones. A las 4 de la mañana empieza la venta al por mayor, los grandes supermercados, almacenes, restaurantes … se abastecen de lo que necesiten y despues empieza la distribucion y preparacion del pescado, es incredible como lo cortan, tienen una agilidad increible, se nota que son años de practica. Nunca pense que pudiera haber tanta variedad de pescado junto, habia especies que ni sabia que eran. Por supuerto despues de ver tanto pescado nos desayunamos con Sushi, no podia haber otro lugar donde comer pescado crudo fresco. El Atun sabe delicioso, como a carne, habia otros que no me impresionaron tanto.
Despues del Mercado nos dirigimos a el Parque de Ueno, donde es el mejor sitio para ver los Cerezos en Flor “Sakura”… estaban en todo su esplendor, son hermosisimos, aparte que nos hizo un dia soleado divino. Eran las 10 de la mañana cuando llegamos y ya habia tanta gente que no se podia caminar. Cuando el viento empieza a soplar es como si estuviera nevando petalos. En esta epoca del año, sobre todo en la noche los Japoneses se reunen con los amigos bajo los arboles a tomar, ellos ponen unos plasticos debajo de los arboles y alli se sientan durante todo el dia hasta que llegue la noche, los amigos, el traguito y a divertirse. A veces vimos una persona sentada, sola, aburrida cuidando el lugarcito … despues supimos que de las oficinas mandan un empleado desde temprano en la mañana para que cuide el puesto y asi en la noche puedan ir todos los compañeros.
Despues fuimos a Asakusa, un area muy linda, donde hay templos, millones de almacencitos donde venden toda clase de artesanias (les confieso que me queria comprar de todo, pero como es apenas el principio del viaje, no lo hize porque sino me va a tocar cargarlo durante los proximos 6 meses). Tambien caminamos al lado del rio donde tambien habian cerezos. Ese dia almorzamos Tempura: camarones recubiertos con manteca y fritos … deliciosos!
En la noche visitamos Shinjuku para ver el otro lado de Tokio, donde hay montones de edificios altos, millones de luces de colores, letreros de neon … donde la vida nocturna nunca termina y se ven unas cosas rarisimas. Es la zona roja, la zona de los bares, clubs, karaoke … se supone que aqui uno puede comprar de todo lo que se le ocurra en maquinitas en la calle, desde revistas pornograficas hasta calzones usados (no los vi, asi que no lo puedo asegurar). Encontramos unas callecitas escondidas donde hay montones de bares pequeños en el que caben apenas 6/8 personas, estas casitas fueron construidas despues de la guerra con el poco material que tenian y son diminutas. Alli nos tomamos unas cervecitas … hasta que el cansancio pudo mas que cualquier cosa y tuvimos que regresar.
Tokio me encanto, es una ciudad de contrastes … lo que vi fue una minima parte de lo que es … la calma que se ve por fuera es una cubierta de la locura que hay escondido, es una ciudad donde cualquier cosa puede pasar.