Al dia siguiente nos levantamos temprano y empezamos nuestra caminata por el campo. Los caminos están bien marcados y fue facil recorrerlos por nuestra propia cuenta. La primera caminata que hicimos fue hacia la cascada de Lishua. Es un camino muy pintoresco, no solo por las impresionantes montañitas que nos rodean sino por la gente que uno se encuentra en el camino trabajando en los sembrados de arroz, pero principalmente porque desde que salimos de casa estábamos añorando con estas caminatas por el campo que son el antidoto perfecto contra la locura y el estrés que uno siente en las ciudades. El campo en los alrededores de Dehang fue la mejor forma que encontramos para relajarnos y así volver a sentir la paz que siempre nos ha inspirado el hecho de explorar un lugar nuevo y descubrir la riqueza que se encuentra en un lugar tan alejado de nuestra propia realidad.
Lo que mas me gusta siempre es mirar a la gente y tratar de descubrir un poco sobre sus vidas, ver sus expresiones, ver como trabajan, como viven y asi poder imaginarme historias sobre cada uno de ellos. En Dahang cuando cae el otoño es cuando la cosecha de arroz esta lista para ser recogida, trabajan con ansia y arduamente para asi esperar la llegada del crudo invierno.
Vimos a los Miao trabajar en el campo, algunos usando herramientas muy rudimentarias y cortaban el arroz, lo batian fuertemente en costales sacandoles los granitos y despues transportaban en los hombros las plantas para secarlas, mientras que otros, donde habian cultivos mas grandes, tenian maquinas un poco mas modernas y solo pasaban las ramitas por unas cuchillas que separaban los granos ... un poco mas facil!
La tarde nos premio con un hermoso dia, el sol salió en todo su esplendor y los sembrados se volvieron dorados, los gigantes dormidos que cuidan el valle y que mantienen opacados por las nubes que los cubren constantemente se libraron de ellas y despertaron al llamado de la naturaleza. Nuestra caminata a Tianwen Tai que literalmente significa "plataforma al cielo" fue una de las mas lindas que hemos hecho, no encontramos a nadie en el camino pero creo que es porque la gente debe usar las horas de niebla o de menos calor para el trabajo arduo del campo, los sembrados se hallaban desiertos, no habían sonidos, incluso el viento se escapo. Los patos, los insectos, o cualquier tipo de animal con sentido común se escondió, solo una rana que se andaba refrescando en un charco tuvo el coraje de salir. Nosotros a medida que avanzábamos comenzábamos a sudar, no encontramos ninguna sombrita en la que nos pudiéramos refrescar.
El camino se comenzó a cerrar cuando llegamos a el borde de las montañas y comenzamos a subir por unas escaleras empinadas que nos llevarían hacia las nubes. Para aquel entonces las fuerzas ya nos estaban dejando y por mas que miráramos hacia el frente veíamos que la cima se iba haciendo cada vez mas lejana. Aquel sol que al principio nos pareció como una bendición, se empezó a burlar de nosotros y nos retaba a continuar con la escalada. Subíamos y subíamos, sin mirar hacia atrás ... las piernas me empezaron a flaquear y me temblaban, el calor se hacia insoportable, no había ni una sola planta que nos diera sombra y llego un momento en que llegamos a una pequeña cascadita donde decidimos descansar y refrescarnos. Fue en ese entonces cuando nos dio por mirar atrás, el valle había desaparecido y los gigantes nos rodeaban donde quiera que miráramos, nos cuidaban, guiaban o se burlaban? el paisaje era magnifico y fue en ese momento cuando decidimos renunciar a llegar a la plataforma del cielo ... el terreno en frente a nosotros es tan esplendoroso; que a veces es mejor sentarse a disfrutar de lo que tenemos en ese momento y no matarnos para poder llegar al final ... de pronto nos podemos decepcionar si no es lo que esperábamos y quizás mas adelante nos daremos cuenta de lo que nos hemos perdido por no saber apreciar el camino mas que la meta. Aquel día, decidimos parar admirar lo que teníamos frente a nosotros ... un paisaje simplemente espectacular!
... en la mitad del camino al cielo ...
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