Wednesday, 7 May 2014

Encuentros cercanos con un rickshaw en Delhi

Nada de lo que le digan a uno antes de venir a India lo preparan a uno para el caos y el desorden con el que uno se encuentra de repente cuando llega a Delhi por primera vez. Es uno de los choques culturales mas grandes que me ha tocado vivir y aun no se si lo que mas me ha impactado han sido la cantidad de gente que vive sin percatarse del resto o el hecho de cada uno hace lo suyo sin preocuparse realmente de lo que hay alrededor. Es un desorden organizado y todo parece funcionar ... A su manera y les puedo asegurar que es completamente diferente a la nuestra.



14 millones de personas viven en esta ciudad, es una locura total. Fuimos desde el hotel hasta la parte antigua de la ciudad en el metro, que es nuevo, con aire acondicionado, organizado y se nota que la gente lo cuida. Nunca me espere encontrar el gentío tremendo que había cuando salimos. Todos los sentidos se ponen alerta, los ojos se vuelven locos para tratar de absorber lo que pasa alrededor, la gente grita, los autos pitan, los olores son irreconocibles, el aire es denso, es caliente, hay polvo por todos lados, nada se ve limpio, a todo le hace falta una manito de pintura, un poco de cuidado  ... Pero debo admitir que no es un lugar fácil de describir, porque no es mugre de desdén, no es mal olor, simplemente es ... Diferente! 


Empezamos a caminar y nos dimos cuenta que no hay acera ... Mejor dicho, empezamos a esquivar transeúntes, bicicletas, carros a motos, carros empujados, por vacas, por personas, llenos de mercancía o vacíos, todos van por el mismo camino. Al principio yo trataba de no chocarme con nada, después me di cuenta que son ellos los que me esquivan, uno solo tiene que caminar en linea recta sin hacer ningún cambio de ultimo minuto y ellos se encargan de no chocarse con uno, así uno se vuelve parte del sistema y no parte del problema.



Decidimos alquilar un rickshaw que nos llevara al mercado de las especias, Antes de subirse hay que asegurarse en el precio porque sino al final le cobran a uno mucho mas por el solo hecho de ser turista, le dije a Dave que fuera solo un viaje cortico, me da pena del señor pedaleando  y llevándonos de un lugar a otro, sudando en este calor tan terrible, si ya se, es parte de su trabajo y así es como se ganan la vida. Al final un viaje cortico se convirtió en un viaje largo porque había tacos por todas partes y nuestro amigo trataba de desviarse por todos lados para llegar a nuestro destino final. 


Las calles son estrechas, la gente llena los carritos llenos de mercancía y pretende pasarlos sin importarles quien va al lado, unos rickshaw van llenos de niños que salieron de la escuela, otros llevan cuanta cantidad de pasajeros como les quepa, hay motos por todos lados, carros grandes que los dueños pretenden que son pequeños, vamos en doble vía cuando hay espacio, hay que cuidar que las manos no estén por fuera porque le parece a uno que se va a chocar con todo el mundo, pero todos se esquivan, todos entienden las reglas de la calle y las respetan. Si alguno se para, empiezan a pitar por todos lados, gritan, maldicen pero al final se ayudan y todo sigue su curso normal. Fue toda una experiencia, se los puedo asegurar, una forma interesante de descubrir la ciudad, aunque confieso que de ahora en adelante solo montare en los rickshaw modernos, los de motor, por mas que sea su trabajo me da pesar y me parece inhumano esta forma de transporte y eso que nuestro amigo iba en bicicleta, no iba corriendo como unos pocos que vimos.



Al final llegamos al mercado de las especias, los olores se mezclan e inundan el aire, es increíble la cantidad  que hay, a uno no se le pasa por la mente que pueden haber lentejas de todos colores, semillas de incalculables colores, tamaños y formas  diferentes. Todo mezclado y a la venta al por mayor. La gente espera afuera a que se realice el intercambio de mercancía para llevarla y traerla a su destino final. Tiene uno que tener cuidado al pasar porque de repente salen hombres de las tiendas con costales en la cabeza y practica el mismo ritual de la calle y el trafico, el mas fuerte pasa primero, el débil se tiene que hacer a un lado. 


De un momento a otro, todo se vuelve demasiado, mi mente no puede mas y se rehusa a aceptar mas información, mis ojos se cansan de tanta cantidad de cosas nuevas, aun me siento intimidada a sacar la cámara en todas partes y siento que mi confianza se va perdiendo, creo que un par de horas son suficientes para experimentar lo que es estar el la parte antigua de Delhi. Volveremos al final del viaje, de pronto de aquí a eso mi mente este mas acostumbrada a lo que veo y pueda describir detalles.


En el regreso al hotel tuvimos suerte, íbamos en un rickshaw de motor y justo cuando íbamos en camino se largo a llover, cayo un aguacero que duro pocos segundos. Me imagino que nuestro amigo anterior debía estar haciendo una ronda con sus pasajeros, ojalá que la lluvia lo halla refrescado del calor y que en vez de ser algo malo, por el contrario haya sido una bendición refrescante aunque sea por pocos minutos.


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No hay palabras que describan Las Islas del Sur de Georgia ....

Aquella mañana nos despertaron a las 4 de la mañana, hoy teníamos un día largo y aun no tenia ni idea de lo que me esperaba, se supone...