Las Gilis son tres islotes de arenas coralinas y aguas turquesas que quedan en la parte norte de la isla de Lombok, cada islote tiene su propio encanto y tiene su propia clientela … Gili Trawangan es la isla para la fiesta, aqui vienen todos los mochileros solo para estar de rumba, es la mas grande de todas y es donde quedan los hoteles mas baratos mientras que Gili Meno es todo lo contrario (aunque tambien tiene hoteles baratos) … es la mas pequeña de todas y la mas calmada, aqui realmente no pasa nada, aqui viene el que se quiere perder del mundo y olvidarse de la civilizacion y la tercera que es Gili Air es un punto medio entre las anteriores, aqui es donde llegan mas que todo las familias o aquellos que quieren descansar y tener su rumbita de vez en cuando. Las tres islas tienen cosas similares entre si … no hay carros, no hay motos, no tienen agua potable (esa la tienen que llevar desde la isla mayor), solo hay un telefono y un sitio de internet que normalmente no funciona, no hay bancos, no hay television, no hay policia .. solo hay paz, tranquilidad y es el mejor lugar para escaparse del ruido y el bullicio del mundo “civilizado”.
Llegar a nuestro paraiso fue una odisea total … tanto asi, que no queriamos irnos de miedo a regresar por barco (aunque pensandolo bien, esa fue una buena excusa para no salir). Compramos los boletos con la companhia llamada “Perama”, que es de buena reputacion y toda la gente la usa; aunque a veces le toca a uno ir de pueblo en pueblo recogiendo gente y normalmente le toca a uno esperar un rato entre lugares mientras se sube la gente .. es como un servicio lechero (en bus, barco o lo que sea) que va de un lado para otro en la isla de Bali y tambien va a Lombok . Nosotros salimos desde Ubud rumbo al puerto de Padangbai, alli esperamos un par de horas hasta que llego el barco que nos iva a llevar a las islas, nos habian dicho que duraba 4 horas y que generalmente el viaje era calmado, Dave sufre de mareos cada vez que esta en un barco asi que iva preparado para la mariada confirmada, lo que no nos esperabamos era que ese dia sin razon alguna el viento iva a soplar con una furia enorme y por eso el mar estaba tan picado que el barquito en el que ivamos parecia tan indefenso y que nos parecia imposible que podriamos sobrevivir al viaje … el barco bajo la velocidad al maximo porque con las olas tan grandes no podia incrementar la velocidad, por lo tanto en vez de 4 horas nos demoramos 6 … seis interminables horas donde todos los que ivamos nos mareamos y donde el pobre Dave casi no sobrevive la travesia.
Cuando llegamos a las Gilis estaba completamente de noche, se veia una que otra lucecita en la isla pero en general todo estaba oscuro, para desembarcar nos subieron a todos en un pequeño botecito con nuestras mochilas en medio de un ventarron enorme, el botecito se balanceaba que parecia que nos fueramos a voltear en cualquier momento, era tanto el viento que la gente tenia que gritar todo el tiempo (incluso estando al lado), cuando logramos llegar a la playa se bajaron los del bote y trataron de estabilizarlo mientras todos saltabamos al agua, emparamados escuchando los gritos diciendonos que dejaramos las mochilas, que tuvieramos cuidado, que corrieramos a la playa … y donde era la playa? si no se veia nada … sentiamos como si estuvieramos entrando a un lugar ilegalmente o haciendo algo malo .. pero la verdad era que lo unico que la gente del bote estaba haciendo era cuidandonos que no nos fueramos a aporriar y que llegaramos sanos y salvos.
Cuando finalmente nos re-encontramos con nuestro equipaje, empezamos a caminar … gracias a Dios que teniamos una lamparita porque todo estaba a oscuras,no encontramos ni una persona que nos diera una direccion, que nos dijera donde era el hotel, era como si no viviera nadie en la isla … de pronto nos encontramos con alguien que nos indico que el hotel era en el otro lado de la isla y que simplemente caminaramos derecho cruzando la isla por toda la mitad, no habia pierde … de vez en cuando tomabamos el caminito equivocado, nos desviabamos, nos perdimos, pero al final logramos llegar a nuestro pequeño paraiso (por supuesto, solo nos dimos cuenta de la hermosura del lugar cuando abrimos nuestros ojos al dia siguiente y el lugar se mostro ante nosotros.
Arena blanca con montones de coral (asi que hay que caminar con sandalias), aguas de mil tonos de azul y verde … palmeras, flores por todos lados, unas cabañas hermosisimas, una comida deliciosa, duchas a la interperie sin techo y en forma de caracol, todo completamente ecologico y en completa armonia con el ambiente. Un paraiso terrenal!
Nuestros dias fueron demasiado tranquilos, cada dia nos despertabamos y yo trataba de hacer algo de yoga, desayunabamos y nos ivamos a caminar, a buscar una piscinita en el agua donde nos pudieramos sentar a pasar el dia charlando y jugando con estrellas de mar! En la noche nos ivamos a el unico lugar donde podiamos comernos un buen pescado recien salido del mar, tomarnos nuestra cervecita reglamentaria o mirar el atardecer en el reggae bar. Lo unico que casi nos mato del susto un dia fue cuando a nuestro amigo “Gecko” le dio por saludarnos a las 4 de la mañana despues de una noche de farra … canta tan duro que nos sento en la cama … pero del susto … el problema vino en mantenerlo alejado de nuestro cuarto cada noche!
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